Cuando las cosas vayan mal...

 

Cuando las cosas van mal, como a veces pasa,
cuando el camino se ponga cuesta arriba,
cuando tus recursos bajen y las deudas suban,
cuando al sonreír, debas ahogar las lágrimas,
cuando tus preocupaciones te tengan agobiado,
descansa, si te urge, pero no te rindas.

La vida es rara con sus idas y venidas,
donde las contradicciones son el pan de cada día,
y si el fracaso, entonces, llama a tu puerta
y te invita a mirar hacia atrás, no le des entrada,
lucha, mira hacia delante, no te rindas.

El triunfo puede estar al girar la esquina.

El triunfo es el fracaso al revés;
es el matiz plateado de esa nube incierta
que no te deja ver su cercanía...
aunque lo tengas ya al alcance de la mano.

Por eso, ¡decídete a luchar sin tregua, porque,
en verdad, cuando todo empeora,
el que es valiente, no se rinde, lucha!

 

 

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