La fiesta de San Valentín y la cantinela de “hoy más que ayer, pero menos que mañana” nos sitúan de lleno en el maravilloso misterio del amor.
Las tiendas, en estos días, se han cansado de empaquetar pequeñeces en un diminuto envoltorio de colorines y con un lazo verde, p azul, o del color que sea, amén.
De una breve pegatina anunciando el recado: “Te quiero”. Y es que, amigo, amiga, el mundo está lleno de enamorados.
Lo que no sé muy bien es si todo ese fuego de los que, el día 14, se intercambian regalos llega siempre a puerto feliz y se convierte en amor auténtico.
Me dice mi amigo Nicolás que son muchos los matrimonios jóvenes que presentan demanda de separación. Y yo a Nicolás le creo.
Me cuenta también, que las más de las veces, traslucen una falta evidente de madurez, que no están preparados para la convivencia en pareja y que carecen de espíritu de sacrificio. Y yo a Nicolás le creo.
Le creo a la vez que me asombro y me pregunto, “¿Son éstos los mismos que anteayer paseaban uncidos por el cuello y sellando su acuerdo con una interminable letanía de besos y achuchones”?
Por eso, amigo enamorado, amiga enamorada, me he atrevido a elaborar unas breves píldoras para la reflexión, que te ofrezco por si te sirven de algo. Te las enumero:
1. Constancia. Amar un día no significa apenas nada. Lo heroico y lo que cuenta, es amar todos los días.
2. Altruismo. Amar es siempre amar a otro; nunca amarse a sí mismo en el otro; eso es egoísmo camuflado.
3. Capacidad de sacrificio. Un amor no llega a ser tal hasta que experimenta el dolor de la prueba.
4. Generosidad. En el amor el corazón debe prepararse más para dar que para recibir.
5. Seriedad. Las caricias sólo son celofán. De nada sirven, si no envuelven algo importante.
6. Fidelidad. Con el amor no se juega. Se puede romper el juguete (el corazón). Y luego, es imposible recomponerlo.
7. Profundidad. De nada sirve que se unan dos cuerpos, si no están unidas sus almas.
8. Respeto Mutuo. Cuando dos que se aman se pierden el respeto, han comenzado a escribir el parte de defunción de su amor.
9. Diálogo. La comunicación mutua robustece el amor, las voces y los mitos lo asustan.
10. Ternura e imaginación. El amor es un niño que necesita ser acariciado. Sólo aciertan en el amor quienes lo inventan cada día de suerte que parezca nuevo.
Amigo, amiga. Me dice también mi amigo Nicolás que el amor es un fuego, que hay que alimentar cada minuto; que es un regalo de Dios, que debemos mimar; que es un tesoro que, a nada que lo descuidemos, podemos perderlo... Y yo... a Nicolás le creo.