William Shakespeare


“A veces la impaciencia da mejores frutos que los cálculos más profundos”

“Anunciad con cien lenguas el mensaje agradable; pero dejad que las malas noticias se revelen por sí solas”

“Casi todo el mundo puede hacer cualquier cosa cuando no hay más remedio que hacerla”

“Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo, no sea que te chamusques a ti mismo”

“Dejemos esclarecer por el tiempo las dudas. La fortuna conduce al puerto muchas barcas sin piloto”

“El amor de los jóvenes no está en el corazón, sino en los ojos”

“El amor es como la mar”

“El amor no mira con los ojos sino con el espíritu: por eso pintan ciego al alado cupido”

“El dolor que no habla gime en el corazón hasta que se rompe”

“El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe”

“El porvenir de un hombre no está en las estrellas, sino en la voluntad y el dominio de sí mismo”

“El sabio no se sienta para lamentarse, sino que se pone alegremente a su tarea de reparar el daño hecho”

“En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser”

“En un minuto hay muchos días”

“Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras”

“Excelente cosa es tener la fuerza de un gigante; pero usar de ella como un gigante es propio de un enano”

“Juzgar a otro es juzgarse a uno mismo”

“La inquietud es la madre de la digestión”

“La ira es un veneno que uno toma esperando que muera el otro”

“La Juventud, aun cuando nadie la combata, halla en sí misma su propio enemigo”

“La lluvia ligera suele tener duración larga, pero las grandes tempestades son repentinas”

“La mente del hombre es de mármol; la de la mujer de cera”

“Las improvisaciones son mejores cuando se las prepara”

“Las palabras sin afectos, nunca llegarán a oídos de Dios”

“Lloramos al nacer por tener que entrar en este gran escenario de locos”

“Los peligros visibles nos atemorizan menos que los horrores imaginarios”

“Los placeres son como un círculo en el agua que no cesa de ampliarse, hasta que, a fuerza de expandirse se pierde en la nada”

“Los viejos desconfían de la juventud porque han sido jóvenes”

“Malgasté mi tiempo, ahora el tiempo me malgasta a mí”

“Más vale ser despreciado y saberlo, que vivir adulado y tenido siempre en desprecio”

“Mejor que con palabras la sinceridad se muestra con acciones”

“Mi corazón está siempre a tu servicio”

“Minutos infernales los de aquel que, a tiempo que acaricia, duda; que sospecha y sin embargo ama con locura”

“Nada envalentona tanto al pecador como el perdón”

“Nada es bueno o malo sino que el pensamiento es lo que hace las cosas buenas o malas”

“Nadie admira la celeridad, como no sea el negligente”

“No ensucies la fuente donde has apagado tu sed”

“No temáis a la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran grandeza, a algunos la grandeza le es impuesta y a otros la grandeza les queda grande”

“No tiembla nunca el amor; vence las tormentas; astro que guía a toda barca errante”

“Nunca se curaron heridas del corazón con emplastos para los oídos”

“Ocurra lo que ocurra, aún en el día más borrascoso las horas y el tiempo pasan”

“Oír con los ojos es una de las agudezas del amor”

“Podéis hacerme abdicar de mis glorias y de mi estado, pero no de mis tristezas. ¡Todavía soy rey de mis amarguras! ”

“Presta el oído a todos, y a pocos la voz. Oye las censuras de los demás; pero reserva tu propia opinión”

“Se para ti mismo lo que quisieras ser para tu mejor amigo”

“Ser honrado tal como anda el mundo, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil”

“Si no recuerdas la más ligera locura en que el amor te hizo caer, no has amado”

“Sufrimos mucho por lo poco que nos falta y gozamos poco por lo mucho que tenemos”

"Ten más de lo que muestras; habla menos de lo que sabes”

“Una desgracia va siempre pisando las ropas de otra: tan inmediatas caminan”