Estaba paseando con mi hija de 4 años cuando recogió algo del suelo, acercándoselo a la boca. Yo se lo quité y le advertí que no lo volviese a hacer.
“¿Por qué?”,- me preguntó.
“Porque estaba en el suelo y tú no sabes donde ha estado antes. Está sucio y probablemente tenga gérmenes',- contesté.
Mi hija entonces me miró con admiración total y preguntó:
“Amatxo, ¿cómo sabes todas esas cosas? eres TAAAAAN inteligente”...
Yo le contesté rápidamente:
“Todas las amatxos las saben.
Está en el examen de amatxos. Tienes que saberlas o no te dejan ser ama”
Caminamos en silencio dos o tres minutos, mientras ella estaba valorando la información.
“Ah, ya entiendo,- así que si suspendes, te toca ser el aita?”
“Exacto”,- contesté con una amplia sonrisa en la cara.