Nuestros padres hicieron lo que buenamente pudieron.
Cuando somos adultos, el comportarnos de un modo infantil, no es la mejor forma de honrarlos.
Aunque ellos no fueran conscientes, vinieron a este mundo para mejorarlo, y también es nuestra responsabilidad, crecer como personas y mejorar nuestro entorno.
Hagamos que nuestros padres, aunque físicamente no estén entre nosotros, se sientan orgullosos de sus hijos, para que también lo hagamos nosotros por los nuestros. |