Mi espejo está en el rostro de los demás, aunque a veces y a primera vista no me guste su reflejo. Cada persona, cada situación, todo es un eco de lo que llevo dentro. Y encima, no sé porqué, a veces el reflejo te llega de un modo fulminante.
Empezar a ser consciente de todo esto me está llevando más años de los que esperaba. Este proceso es como una receta sencilla que requiere ingredientes de buena calidad y mucho cariño, pero hasta que no practicas, y le coges “el tranquillo” no tendrás la seguridad de que va a salir bien…
Como esta mañana, que preparé un bizcocho y a pesar de seguir al dedillo las instrucciones, se quemó. Pero no fue un desastre total. Tras recortar la capa chamuscada surgió una masa esponjosa y deliciosa.
Así veo algunas relaciones. Todas, de alguna manera llegan a tu vida para darte lo que necesitas, y muchas veces, aunque parezcan casos imposibles, si “rascas un poco” seguro que te aportan algo valioso….Ya lo dijo el refrán “no juzgues un libro por su portada” |