Ser acariciado

 

Las caricias son un poderoso instrumento curativo; sus propiedades han sido demostradas hasta la saciedad.
Tomemos por ejemplo, a los recién nacidos.
Algunos estudios de bebés prematuros que no recibieron caricias comparados con otros que sí fueron acariciados con ternura, revelaron que los bebés prematuros que recibieron caricias ganaban entre un 45 y un 50 por ciento más de peso antes de que se marcharan del hospital.

Los bebés acariciados eran más despiertos, activos y conscientes de lo que les rodeaba, y pudieron irse a casa antes. Y los efectos fueron duraderos, ya que estos pequeños acariciados mostraron cierta tendencia a sufrir menos problemas médicos más adelante, durante su juventud.

Por su parte, los adultos también obtienen beneficios de las caricias. Muchos científicos que trabajan en el campo de la medicina opinan que las caricias pueden reducir el estrés psicológico. Basta una caricia suave, una caricia afectuosa y tierna constituye una eficaz medicina para todos, un tipo de medicina que puede resultar beneficiosa hasta para combatir la artritis.

 

Dr. Jason Theodosakis)

 

 

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