Voy a eliminar dos plagas:
La prisa y la indecisión.
Hoy viviré con calma y paciencia, porque la prisa es el enemigo de de una vida feliz y triunfante;
No permitiré que la prisa me acose ni que la impaciencia me abrume.
Hoy tendré confianza en mi mismo, le haré frente a los problemas con decisión y valentía y no dejaré ninguno para mañana.
No tendré miedo.
Actuaré valientemente.
El futuro me pertenece; olvidaré lo desagradable del pasado.
Este día tendré confianza en que Dios ayuda a los que luchan y trabajan