El Maestro

El maestro, sentado en la cumbre de la alta colina, al atardecer, conversaba con el Padre Universal, distendidamente, sin forzamientos, con una perenne sonrisa de oreja a oreja, la de aquel que acepta todo y a todos.
Miraba hacia arriba, donde la tradición dice que habita, aun sabiendo que el Padre/Madre de todas las cosas se encuentra por doquier, en las más diminutas partículas que podamos llegar a imaginar, y en el espacio que las contiene.

En aquellos momentos acertó a pasar un pastor de cabras, cansado del largo día, y viendo al Maestro en tal actitud le espetó:
- ¿Quién eres tú y que haces aquí, hablando solo, como un loco?

El Maestro lo miro como solo el podía, con ternura infinita y contestó:
- Solo soy un carpintero, y estoy aquí hablando con mi Padre, además de esperarte a ti.
- ¡Blasfemo!, ¡Impuro! ¿No te han enseñado pues que Dios está por encima de todas las cosas? ¿No sabes que esta prohibido siquiera pronunciar su nombre? Su venganza será terrible cuando vea que hablas con Él igual que hablarías con un curtidor o un carnicero. - dijo el pastor indignado.
- ¿Tú no hablas con tu padre? ¿Entonces por qué no hacerlo con el Padre de Todo y de Todos? Ven aquí y te contaré un secreto. - dijo el Maestro mientras con un gesto le invitaba a sentarse junto a él.

El pastor, curioso, e interesado, se sentó a su lado inmediatamente, y el Maestro, divertido y juguetón como un niño se inclinó hacia su oído y lanzando traviesas miradas a su alrededor, jugando a ver si alguien les observaba en tan secreta plática, le susurró:
- Dios es Amor.
- ¿Como? - el pastor no podía creer que aquel loco pudiera decir cosas tan disparatadas.

En ese momento, los ojos del Maestro se llenaron de risa, centelleantes de puro regocijo y profunda sabiduría.
- Dios es Amor - repitió susurrando el Maestro - pero no amor como el que tu y yo sentimos, Dios es Amor en su sentido Puro, Pleno e Infinito.
Haciendo una breve pausa, esperando a que el sorprendido cabrero terminara de asimilar la idea continuó.
- ¿Sabías que el Padre/Madre del Universo tiene una relación muy especial, sagrada e inviolable contigo? Es un regalo que te ha hecho.
- ¿Y cuál es ese regalo?
- Son muchos y variados. El Padre, en primer lugar, te ha dotado de Libre Albedrío, en modo absoluto, nada ni nadie en el Universo se interpondrá en tus decisiones, aunque las crea erróneas y te diré más, cuando realmente desees una cosa con todo tu Corazón, tu Alma y tu Voluntad el Universo entero conspirará para que lo consigas. El Libre Albedrío supone Libertad Absoluta, para lo bueno y para lo malo. También te ha dotado de Conciencia, para hacer lo que tienes que hacer, y no lo que se supone que hay que hacer, y te ha dado dos poderosas herramientas: la Imaginación y la Oración. La primera, que los hombres creen vana e infantil, hace que lo que tú desees sea real, y la Oración, expresada formal o informalmente es tu Canal Directo con el Padre/Madre. Es además un Canal Inviolable y Sagrado, es una comunicación directa entre tú y ÉL, ninguna criatura o cosa puede interferir en él. Y además de secreto e íntimo todo lo que pidas de esa manera, no siendo cosas materiales, te será concedido antes o después, en cualquier modo o lugar, si como ya te he dicho lo expresas desde tu Corazón, tu Alma y tu Voluntad.

Con estas palabras, el Maestro, sonriente, masajeo unos segundos la espalda dolorida del cabrero, que casi inmediatamente se vio profundamente relajado y más a gusto de lo que se había sentido nunca. Y luego se puso en pie y bajó de la Colina.

El cabrero, tras unos minutos en silencio, observando los últimos rayos de sol en el horizonte, repentinamente, libre al fin, se puso a hablar a las Estrellas, perdiendo su mirada en el Infinito.

 

               

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